El chico de la última fila preguntas y respuestas ebau

    1. Vida del creador
    2. Obra del creador
    3. El niño de la última fila, de Juan Mayorga
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  1. Vida del creador
  2. Obra del creador
  3. El niño de la última fila, de Juan Mayorga

El teatro de Juan Mayorga: teoría y práctica

De este triple ejercicio del trabajo teatral aparece una concepción del drama precisamente formulada y de manera fácil perceptible, caracterizada por las peculiaridades que mostramos ahora.

  • Complejo teatral. El teatro de Mayorga es un teatro complejo que piensa una multiplicidad de influencias, entre aquéllas que, haciendo más fácil bastante, tenemos la posibilidad de resaltar la de Walter Benjamin (a nivel temático-filosófico); la de los tradicionales, Brecht y Sanchis Sinisterra (a nivel textual) y la del teatro pobre de Jerzy Grotowski (a nivel de dirección y escenificación).
  • Teatro intertextual. Con relación a la citada dificultad, estamos frente a un teatro intertextual y polifónico en el sentido mucho más extenso de la palabra: muchas de sus proyectos se fundamentan o se inspiran en otras proyectos consagradas por la tradición (como es la situacion de sus adaptaciones u proyectos teatrales como como A lingua en trozos, Hamelin); en otros, los individuos citan o se muestran metidos en la creación de otros contenidos escritos (El chaval de la última fila, Cartas de amor a Stalin); al fin y al cabo, sus proyectos históricas son intertextuales por definición, y tratan de salvar el artículo, la voz de los vencidos frecuentemente enterrada bajo el alegato de la historia oficial (Seven good men, Himmelweg).
  • Teatro narrativo. Otro aspecto muy importante, revolucionario y meritorio del teatro de Mayorga es su narratividad. Sus proyectos muestran una consistencia narrativa rara vez alcanzada antes en el teatro, pensemos, por servirnos de un ejemplo, en El chaval de la última fila. Este aspecto, naturalmente, está relacionado con la intertextualidad y la existencia de individuos que los narradores, antes nombrados. En frente de la renovación teatral emprendida antes de la guerra por Lorca y Valle con un teatro poético, la renovación de Mayorga en el siglo XXI viene a través de un teatro narrativo. Un teatro capaz (y hete aquí su primordial novedad) de llevar a escena el perspectivismo propio de la novela moderna.
  • Teatro metateatral. Exactamente la misma el teatro de frontera de su profesor Sanchis Sinisterra, el de Mayorga cuestiona regularmente los límites entre la verdad y la ficción. De ahí que, frecuentemente estamos al lado del personaje que relata, al personaje que interpreta (como es la situacion de Cláudio en las editoriales de El niño de la última fila que tiene formato de diálogo o la situacion de toda la obra de Himmelweg) .
  • Teatro histórico. Como adelantábamos, muchas de las proyectos que escribió el creador son de carácter histórico. El periodo preferente es la primera mitad del siglo XX y el sitio, Europa (el Holocausto, la Guerra Civil, el estalinismo, la Guerra Fría…). En contraste al teatro histórico frecuente, el de Mayorga no se dedica únicamente a recrear el pasado, sino más bien a pensar sobre él como fuente de cuestionamiento sobre el que se encuentra en el que vivimos. En este sentido, su teatro es heredero del histórico teatro de Buero Vallejo.
  • Teatro filosófico. El creador interpreta su pensamiento filosófico y su teatro como una misma cosa. El teatro es para él la manera de encarnar y comunicar sus inquietudes filosóficas. De la misma la filosofía, sus proyectos no quieren ofrecer respuestas al público, sino más bien proponer cuestiones que nuestro espectador debe contestar. Es, en este sentido, un teatro mayéutico (recuérdese la presencia recurrente de Sócrates en El niño de la última fila), no un teatro de sermones o proposición. Es un teatro que revuelve conciencias, que quiere transformar al espectador en crítico ahora la grada en reunión (ver nuevamente la predominación de Brecht). Consecuentemente, es asimismo un teatro político en el sentido original de la palabra pues, al producir reunión y discusión, crea red social, “polis”.
  • Pobre teatro. Los montajes propuestos por el directivo Mayorga se hacen eco de las ideas del teatro pobre del artista polaco Jerzy Grotowski quien, en la mitad de la apoteosis de sonidos, luces y escenografías del teatro en fase de prueba, propuso, ahora en 1968, la necesidad de un retorno a la Los orígenes de la dramaturgia. Una dramaturgia que disminuye el teatro a sus tres elementos fundamentales y también imprescindibles: el artículo, el actor y la imaginación del público. Paradójicamente, esta reducción del teatro a la mínima expresión repercute en el enriquecimiento de la obra. De esta manera, por servirnos de un ejemplo, la supresión del ámbito deja un manejo considerablemente más libre de los espacios que dependen únicamente de las expresiones de los actores y la imaginación del espectador (un ejemplo evidente de esto se ve en El chaval de la última fila). Otro ejemplo muy importante de esta riqueza en la pobreza es El Cartografía, escrito por el creador en 2010 y estrenado por La ida de la vivienda en 2016. En la producción de Mayorga, los 12 individuos del artículo son interpretados por solo 2 actores (Blanca Portillo y José Luis García Pérez) que, en un preciso instante de la representación, dejan de interpretar y charlan como José Luis y Blanca aportando datos reales sobre el Holocausto (nótese el “elemento de distancia” brechtiano). Esta solución tan minimalista enriquece y capacidad las virtudes escenciales que atribuimos al teatro de Mayorga materializándolas en el ámbito: la polifonía (muchas voces comentando por medio de 2 cuerpos), la intertextualidad, la metateatralidad y su exploración de los límites de la verdad y la ficción. Escenográficamente, el montaje se lleva a cabo en un ámbito vacío, poblado únicamente por unas escasas sillas, en un cuadrilátero dibujado con cinta adhesiva por los propios actores al principio de la función. Hay que decir que la inclinación de Mayorga al teatro pobre se ha acentuado desde el momento en que dio el salto a la dirección en 2011. Esto se ve en las reediciones de sus proyectos, en las que se eliminan las direcciones y también advertencias escénicas de ediciones anteriores, probablemente con la intención enseñar el artículo como algo considerablemente más abierto al trabajo creativo del directivo, entendiendo que el artículo escrito es un inicio que ha de ser completado por el directivo, los actores y el público.
  • Temas del teatro de Mayorga. Al final, recapitulamos varios de los temas mucho más presentes en la obra del dramaturgo. seguramente, el tema central de la obra de Mayorga sea el ejercicio del poder, la crueldad y la manipulación del hombre sobre el hombre. Un tema que actúa a veces por medio de piezas históricas centradas en instantes trágicamente recordables de la historia europea (The Cartographer and Himmelweg Speak of the Holocaust; Seven Good Men and The Burnt Garden of the Civil War; Reykjavik Speak of the Cold War). En otras ocasiones, mediante piezas ubicadas en el presente actualmente (El niño de la última fila, las últimas expresiones del copo de nieve). Otro de los enormes temas de Mayorga serían las relaciones y entre el lenguaje, la verdad y la ficción, en expresiones de Walter Benjamin, la predominación del lenguaje y la civilización en los cuerpos, la obra que leemos es un caso de muestra clarísimo de este tema, asimismo traductora de Blumenberg. Por último, 2 fundamentos o elementos temáticos que Mayorga emplea frecuentemente en sus proyectos son: la división entre actores y individuos (El cartógrafo, Himmelweg, Reykjavík, El chaval de la última fila, el gordito y el flaco) y la extrañeza de los criterio sobre los hechos. Hay múltiples proyectos en las que entre los individuos es un animal (Darwin’s Turtle, Snowflake’s Last Words) o un humano de aspecto atípico o alejado (Intensamente azul, El mago).
  • En conclusión de todo lo que se dijo, brotan 2 probables clasificaciones del teatro de Juan Mayorga. Uno, apoyado en criterios formales, que diferenciaría: 1) Ediciones de otros contenidos escritos. 2) piezas largas. 3) proyectos breves (Teatro por minutos). Otro, apoyado en criterios temáticos, que distinguía las piezas de inspiración histórica (con sus probables fragmentaciones): La lengua en piezas (2010), El cartografía (2010), Reykjavík (2013); de piezas de inspiración de hoy. El chaval de la última fila (2006), El mago (2018), Intensamente blues (2017).

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