Comentario de texto mezquita de cordoba

La Mezquita de Córdoba es un edificio vivo, un edificio que fué mudando su configuración según el gusto de distintas etnias y personalidades. Es por este motivo que en este artículo vamos a hacer una ojeada histórico de los consecutivos cambios producidos durante los siglos.

Desde el año 711, cristianos y musulmanes compartieron la Basílica de San Vicente para sus propios servicios, hasta el momento en que en el 784/785 los musulmanes adquirieron su parte a los cristianos para demoler la basílica y crear una mezquita. Las proyectos se empezaron por orden del Emir Abd Al-Rahman I y por año siguiente empezó a usarse, si bien aún no se encontraba terminado. Es una mezquita hipóstila (con patio y salón de oración) de planta cuadrada. Un arquitecto anónimo desarrolló un revolucionario sistema de aguantes sobrepuestos conformado por columnas (reutilizadas de inmuebles romanos y visigodos) y pilares sobre las columnas. Las columnas están unidas por arcos de herradura (de origen visigodo) y los pilares por arcos de medio punto. Además de esto, en los arcos se alternan piedra y ladrillo, combinación que contribuye mayor elasticidad. Esta composición se reitera en todas y cada una de las consecutivas ampliaciones y reformas del edificio.

ACTO TERCERO

La desaparición de Séneca, de Manuel Donínguez Sánchez, 1871, El Prado (fuente: wikipedia)

La macsura

La macsura da un espacio seguro para el califa y sus ayudantes mucho más próximos. El instante de la oración, en el que los leales tienen que postrarse, es un instante oportuno para la traición y el ataque. Si bien jamás ocurrió en la Mezquita de Córdoba, no pocos son los asaltos sufridos por los líderes a lo largo del vulnerable instante de la oración.

Entre la tapa del sabbat y el mihrab, a la derecha de este último, había una puerta, en este momento sellada, donde se guardaba y extraía el mimbar. Esta parte se encontraba destinada a ofrecer altura al imán o califa a lo largo de la lectura de los sermones (chutba). Consistía en una escalera de madera de 9 escalones, con ruedas, que acababa en una interfaz, que según la tradición solo podía ser ocupada por el profeta Mahoma, con lo que el imán se ponía en los escalones mucho más bajos. Hoy en día, se acostumbra poner un trono en la parte de arriba, y la utilización del mimbar se disminuye a áreas de trabajo rituales y enormes mezquitas. Fue una parte muy decorada y trabajada, siendo la de Córdoba de destacable calidad y actualidad. Las últimas referencias que nos charlan de él aseguran que fue desmantelado a lo largo del Obispado de Pedro Antonio de Trevilla, a inicios del siglo XIX.

Para leer

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